Sunday, January 29, 2012
Villa Gesell, Nico's y mi adolescencia/juventud
Durante muchos años cuando he regresado a la Argentina de vacaciones mi madre ha sacado el tema de Villa Gesell, añorando cuando todos eramos más jovenes.
Para mi Villa Gesell fue un periodo muy feliz de mi vida del cual estoy muy agradecido. Yo no soy como mi madre que añora, vivo el presente.
Estoy agradecido por los años que pasamos nuestras vacaciones en Villa Gesell porque Gesell era un lugar sano, sin peligros, con atmosfera de pueblo.
Villa Gesell empezo a ser parte de mi familia antes de que yo naciera.
Mis recuerdos se remontan a cuando nos quedabamos en el Hotel Residencial al comienzo de la Avenida 3, al lado de Pinchiroli, y enfrente adonde algunos años despues se contruyó la Jirafa Azul.
Recuerdo que al principio tomabamos los micros de la empresa Anton, dado que tenia una parada en la esquina de Juramento y Cabildo. El micro tomaba por la ruta 2, luego tomaba por “el camino de Las Armas” hasta Madariaga, esta ruta tenia un solo carril, y cada tanto tenia un agragado de asfalto, pero si venia alguien circulando en direccion opuesta uno de los dos vehiculos, normalmente el mas pequeño, debía ir a la banquina para dejar pasar al otro. El asfalto terminaba en Madariaga, de ahi en más si uno seguia a Pinamar o Villa Gesell debia hacerlo por un camino de arena. Con el paso del tiempo se puso asfalto a Pinamar y luego extension a Gesell.
Mis padres aprovechaban viajar de noche dado que el viaje se hacia mas corto luego de que apagaran las luces cuando uno salía de Constitución.
Un año recuerdo que llovia y debimos cambiar de omnibus cuando el micro hizo su parada en Madariaga porque el camino estaba intransitable para un vehiculo con traccion trasera unicamente, y nos vimos reducidos a un micro mucho mas pequeño que tenía tracción en las cuatro ruedas.
Recuerdo que la Avenida 3 no era asfaltada
Por mi piel muy blanca el sol en la playa fue muchas veces un villano conmigo, al punto que un año tuve 5 ampollas al mismo tiempo, una en cada brazo, una en cada rodilla, y una en el empeine del pie derecho.
Mis padres un año decidieron comprar un Citroen 2CV y esa primera experiencia nos vio con problemas llegando a Florencia Varela, a menos de 1 hora de haber partido de casa. El viaje tambien nos vió con problemas al regreso, por lo cual decidimos regresar en micro, y mi padre tuvo que ir a los pocos dias a buscar el auto que estaba en las manos de un mecanico en Villa Gesell.
Un año nos llevo 17 horas, si 17 horas, llegar a Villa Gesell. Un camion con pedregullo se habia volcado en la ruta y eso habia provocado que autos se accidentaran. Nos llevo 8 horas llegar a Chascomus, eso creo que da la pauta del largo del viaje, y no habia aire acondicionado, hacia calor, teniamos hambre, ganas de ir al baño, y todo la pudricion de estar mucho tiempo en el auto sin avanzar.
Cuando mi cuñado se agregó a la familia viajaba sentado en el medio donde estaba el caño que tenía el asiento de atrás el Citroen.
Para esa época ya ibamos a Nico’s, o deberia decir V.A.G.O.S., dado que ese era el nombre del lugar donde nos quedabamos. Este lugar, que todavia existe, esta en la Calle 302 entre las Alamedas 205 y 206, a una cuadra del Churrinche.
Aca es donde empiezan mis mejores recuerdos, dado que la familia Denicollo compro este apartahotel. Oscar, el hijo mayor, tomo las riendas del complejo y empezo a inyectarle su personalidad. Los anteriores dueños eran una pareja mayor que tenía una forma muy conservadora de ver las cosas, con horarios muy estrictos tanto de la siesta como para la noche.
Oscar, a pesar de ser bastante mayor que yo, tal vez mas cercano en edad a mis padres que a mi, se volcó hacia sus inquilinos. Nicos se convirtió en una familia, en gran medida porque la misma gente iba reguralmente todos los años, al punto de crear amistades entre las familias que alquilaban. Yo me hice amigo del hijo de una de las familias que se albergaba ahi, con el cual escuchabamos musica, saliamos y compartiamos cosas propias de nuestra edad.
Vuelvo a Oscar porque el fue el corazon del lugar. Primero, incentivado por este muchacho y yo Oscar, con nuestra ayuda, reparó una mesa de ping pong, y con esto se creo una excusa para reunirnos alrededor de esta mesa, compartir amigables partidos, asados, charlas.
Oscar, para mi, se convirtió como un hermano mayor que no he tenido, abriendo su corazón y su afecto.
Recuerdo que un grupo bastante grande ibamos a pescar a un arroyo con redes, metidos en el agua barrosa, que a pesar de no poder ver los peces, los veiamos moverse porque no era muy profundo. A Oscar le encantaba pescar a pesar de no comer pescado, porque como contaba el, cuando era chico la madre lo mando al supermercado a comprar pescado, y el perro se le escapo y lo atropeyó un auto, por lo cual el decía que asociaba las dos cosas.
El había sido corredor de rally, y siempre le gustaba manejar rapido. Yo siempre digo que fue una de las personas con las que anduve que mejor vi manejar, con alguien que uno jamas pensaba que algo podia pasar. Yo he andado rapido con otra gente y he tenido el Corazon en la boca. No con Oscar.
Recuerdo de salir a bolichear con el y otros jovenes que se quedaban también en el complejo y cuando cerraban nos ibamos a tomar el desayuno, muchas veces a El Rey del Panqueque, cuando estaba en el Paseo 105, al lado de la galeria. Despues de eso cuando ya habia amanecido nos ibamos a dormir. Tambien nos ibamos a pescar al muelle hasta tarde.
Otra de las cosas que haciamos era ir al autocine. Un año cuando uno de mis amigos del club estaba veraneando me comento que el se colaba por la libustrina y se sentaba al lado de una de las columnas con los parlantes, de ahi en mas teniamos un lugar con el de reunion en el autocine.
Tal vez la anecdota mas graciosa que recuerdo fue cuando un año mi abuela paterna viajo sola en el Anton. Cuando el micro llegaba a Gesell durante hora pico el conductor gritaba a la entrada de la Villa si habia alguien que queria bajar en La Cailla, primera parada en ese momento, y muy cercana a la zona donde estaba Nico's, si nadie contestaba tomaba por el Boulevard (Avenida 10) para evitar todo el trafico de las primeras cuadras de la Avenida Buenos Aires y de la Avenida 3. Mi padre sabiendo esto le habia dado instrucciones especificas de estar atenta al llamado del chofer y pedir de bajarse donde le habia dicho. Fuimos a esperar a la capilla, y empezo a pasar la hora sin ningun micro apareciendo. Entonces decidimos ir a la terminal para ver si alguien con su descripcion habia descendido ahi. Nadie la habia visto. Decidimos volver al apartahotel, y al estacionar vemos un taxi parado en la esquina con la luz interior prendida, habia un pasajero en el asiento trasero, y al ver que no se bajaba nos acercamos para ver quien era. Era mi abuela. Es el dia de hoy que todavia estamos tratando de imaginar como hizo para llegar hasta la puerta de Nico's sin haber estado jamas en Villa Gesell, y sin siquiera saber el nombre del lugar donde nos estabamos quedando. Solo Dios lo sabe.
Mis padres manejaban a la playa a pesar de que quedaba a dos cuadras dado que llevaban almuerzo, y siempre ibamos al mismo balneario donde alquilaban una carpa, y nos quedabamos todo el día desde la mañana hasta las 5 de la tarde. Yo muchas veces después de almorzar me iba solo a caminar por la playa, me iba a charlar con pescadores, me iba de nuevo caminando al apartahotel, dado que me parecía que ahi estaba la acción.
El año 80, al estar de novio fue la última vez que fui, y fui solamente un par de fines de semana. Mis intereses habían cambiado, y Gesell era ya un recuerdo. Pero en mi mente nunca había dicho adios a este lugar, ni a Nicos, tal vez porque en el momento nunca pensé que ese domingo que volví con Emma desde la Villa eran los ultimos. Yo ya había estado de viaje en el 78 y 79 en Europa y EEUU, trabajaba para una aerolinea, y ya tenía el bichito de irme en un futuro medianamente cercano a vivir a otra parte. A Oscar lo volví a ver una o dos veces más despues de eso.
Mucho tiempo después un año que mis padres se quedaron con mi hermana y mi cuñado en un apartamento no muy lejos de Nicos, se fueron a caminar para ver como estaba el lugar. Lo encontraron cambiado, y cuando se acercaron más vieron a la Hermana de Oscar que al verlos se acercó para hablar. Mis padres preguntaron por Oscar, y la Hermana les dió la noticia que el habia fallecido. Esto les dió muchisima tristeza. Era para ellos el final de un ciclo.
En el 2007 los padres de un muy buen amigo mio que tienen una casa en Pinamar nos ofrecieron de quedarnos ahi. Eso me dió la oportunidad de ir, parar, sacar fotos, compartir con mis hijos este lugar, este emblema, por lo menos en mi mente, de mi juventud, de mi adolescencia. Al llegar notamos que el complejo habia estado en el Mercado para la venta y para alquilar desde hacia bastante tiempo. Habia un sentido de tristeza en el lugar, como que el corazon habia dejado de latir. Me dió una sensación de pena. En mi mente podia ver el bullicio de otros años, con gente jugando al ping pong, comiendo asado, riendose. Considero que fue importante volver a Villa Gesell, dado que ya no soy más esa persona, he envejecido, tengo hijos, vivo a ocho mil kilometros, ya no veraneo más ahi. Me hizo acordar a la escena de Cinema Paradiso cuando Toto vuelve al pueblo por la muerte de Alfredo, y presencia el derrumbamiento de la sala de cine, y se encuentra con la misma gente que atendia regularmente la sala cuando el fue creciendo, se les ve a todos una expresion de entrega y de tristeza.
Villa Gesell ya no es el pueblo en el que veraneabamos hace muchos años atrás, ahora es una ciudad, para mi en general bastante desconocida, salvo algunas raras excepciones que han sobrevivido los embates del tiempo transcurrido y del cambio.
Yo, como dije anteriormente en más de una ocasion, estoy eternamente agradecido por lo vivido, lo que Dios me ha dado, porque fueron muy buenos años de formación, entre Gesell, y los años de hockey en el club San Martin, dado que fueron años muy sanos en todo sentido, con buenas amistades, muchas de ellas que sigo estando en contacto a pesar del tiempo transcurrido y la distancia.
A Oscar lo recuerdo sino todos los dias, por lo menos todas las semanas. Me brindó, como lo hacía con todos, todo su afecto sin pedir nada a cambio. Como todo geminiano tenía mas de una personalidad, pero daba todo lo que tenía. Que Dios siempre lo tenga en su gloria.
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es increíble cómo la mente almacena escenas! Muchas de las cosas que contás me pasaron al regresar a Paraná en éstas vacaciones Ale!!Beso. Nanina.
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